"Un límite a la tecnología"
En la era de la tecnología, Tomás Crawyer, un arrogante y egocéntrico ejecutivo, se aislaba de la gente, la mayor parte de su tiempo trabajaba, no valoraba a las personas, no dedicaba tiempo a su familia. Según él era pérdida de tiempo...
Estaba aferrado a la tecnología, obsesionado al trabajo y no podía hacer nada sin tener sus aparatos electrónicos consigo. El día que olvidó su celular, del cual dependía por la agenda, por las notas de tareas a realizar día a día, por las alarmas que le indicaban qué hacer a qué horario, generó un pico de estrés que lo abrumó y se sintió inútil.
Obligado a reemplazar su celular, en su día atareado de trabajo, utilizó únicamente el teléfono fijo del trabajo y se dio cuenta que sin llevar ese diminuto aparato, a todos lados con él, se sintió más relajado.
En otra ocasión se le quemó su notebook, parecía el fin del mundo, no podía creer que le pasara a él, ese día casi no pudo trabajar, por lo que creyó perder dinero y recorrió locales por toda la ciudad que pudieran reparar su computadora en el acto....
Bueno... les dejo lo que sigue para que piensen cómo habrá continuado esta historia y reflexionar sobre el uso y el abuso de los recursos informáticos cada vez más al alcance de nuestros hijos.
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